Es una neuropatía periférica que ocurre cuando el nervio mediano, que abarca desde el antebrazo hasta la mano, se presiona o se atrapa dentro del túnel carpiano, a nivel de la muñeca. El nervio mediano controla las sensaciones de la parte anterior de los dedos de la mano (excepto el dedo meñique), así como los impulsos de algunos músculos pequeños en la mano que permiten que se muevan los dedos y el pulgar.
El
túnel carpiano, un pasadizo estrecho y rígido del ligamento y los
huesos en la base de la mano, contiene el nervio, los tendones
y el nervio mediano. Está delimitado en su parte proximal por los
huesos pisiforme, semilunar, piramidal y escafoides; y su parte distal
por el trapecio, trapezoide, el grande y el ganchoso. El techo del túnel
está formado por el ligamento denominado retináculo flexor. A través de
este túnel discurren cuatro tendones del músculo flexor común
superficial de los dedos de la mano, cuatro tendones del músculo flexor
común profundo de los dedos de la mano y el tendón del músculo flexor
largo del pulgar. Cualquier proceso que provoque ocupación del espacio
(inflamación
de alguno de estos tendones, presencia de líquido, etc.) provoca la
disminución de espacio y el atrapamiento del nervio. Algunas veces, el
engrosamiento de los tendones irritados u otras inflamaciones estrechan
el túnel y hacen que se comprima el nervio mediano. El resultado puede
ser dolor, debilidad o entumecimiento de la mano y la muñeca,
irradiándose por todo el brazo. Aunque las sensaciones de dolor pueden
indicar otras condiciones, el síndrome del túnel carpiano es de las
neuropatías por compresión más comunes y ampliamente conocidas en las
cuales se comprimen o se traumatizan los nervios periféricos del cuerpo.
Normalmente la presión dentro del túnel del Carpio es de 7-8 mm Hg,
pero en situaciones de patología alcanza hasta 30 mm Hg; a esta presión
ya hay disfunción. Cuando la muñeca se flexiona o se extiende la presión
puede aumentar hasta 90 mm Hg o más, lo que ocasiona isquemia en el
vaso nervorum. Esto puede llevar a un ciclo vicioso, al aparecer edema
vasogénico, aumentando más la presión intratúnel.
Epidemiología
Es
la neuropatía periférica de la mano por atrapamiento más
frecuente, afectando hasta a un 3 % de la población general, con una
mayor incidencia en mujeres entre las décadas cuarta y sexta de la vida.
Constituye un lugar muy destacado en Salud Ocupacional. En EE. UU.,
la incidencia actual es del 0,1 %, y en la población trabajadora del
15% al 20% (CIB: Dr. Enrique Urrea, 2010). Cuando el médico general o
neuroanestesiologo percibe en las radiografias el tendo ternio o
comprometido (que se necesita operación).también se necesitan una gran
experiencia para mantener la muñeca bien flexionada
Síntomas
Los
síntomas
generalmente comienzan gradualmente (también pueden aparecer
súbitamente en algunos casos) y se manifiestan con sensaciones de calor,
calambre o entumecimiento en la palma de la mano y los dedos,
especialmente del pulgar y de los dedos medio e índice.
Algunos pacientes que padecen el síndrome del túnel carpiano dicen que
sus dedos se sienten hinchados e inútiles, a pesar de no presentar una
hinchazón aparente. Los síntomas a menudo aparecen primero en una o
ambas manos durante la noche, con una sensación de adormecimiento de las
puntas de los dedos, originada por dormir con las muñecas dobladas. Una
persona con síndrome del túnel carpiano puede despertarse sintiendo la
necesidad de “sacudir” la mano o la muñeca. A medida que los síntomas se
agravan, los pacientes comienzan a sentir el calambre durante el día.
La disminución en el pulso
de la mano puede dificultar cerrar el puño, agarrar objetos pequeños o
realizar otras tareas manuales. En casos crónicos o sin tratamiento, los
músculos de la base del pulgar pueden debilitarse o atrofiarse. Algunas
personas no pueden distinguir el frío y el calor a través del tacto.
A veces el dolor se manifiesta en la parte superior de la mano y
muñeca. Otras veces, la muñeca y la mano se queda dormida. Los síntomas
suelen aparecer en sujetos cuya ocupación laboral incluye la realización
de movimientos repetitivos de la muñeca, lo que puede provocar
inflamación ligamentosa y compresión nerviosa, aunque otras causas como
fracturas o lesiones ocupantes de espacio también pueden estar en el
origen de su desarrollo. La clínica aumenta con la actividad de la
muñeca afectada (habitualmente la dominante) y puede remitir sacudiendo o
masajeando la muñeca o elevando el miembro afectado (por mejora del
retorno y descompresión). Si progresa lo suficiente el síndrome puede
provocar atrofia de dicha musculatura (eminencia tenar) que limita de
manera importante la funcionalidad de la mano afectada.
Causas
Frecuentemente,
el síndrome del túnel carpiano es el resultado de una
combinación de factores que aumentan la presión en el nervio y los
tendones medianos en el túnel carpiano, en lugar de ser un problema del
nervio propiamente dicho. El trastorno se debe muy probablemente a una
predisposición congénita: el túnel carpiano es simplemente más pequeño
en algunas personas que en otras. Otros factores que contribuyen al
diagnóstico
incluyen traumatismos o lesiones en la muñeca que causan la hinchazón,
tal como una torcedura o una fractura; hiperactividad de la glándula
pituitaria; hipotiroidismo (baja función de la glándula tiroides);
artritis reumatoide; problemas mecánicos en el empalme de la muñeca;
estrés
laboral; uso repetitivo de musculatura del antebrazo (mecánicos,
informáticos, masajistas, dentistas..); retención de líquido durante el
embarazo o la menopausia, o el desarrollo de un quiste o de un tumor en
el túnel carpiano. En algunos casos es imposible determinar las causas.
Existen pocos datos clínicos que comprueban si el realizar
movimientos repetitivos y forzados con la mano y la muñeca en
actividades laborales o de diversión puede causar el síndrome del túnel
carpiano (aunque sí es cierto que hay un alto índice de afectados en
trabajos manuales de esfuerzo). Los movimientos repetitivos que se
realizan en el curso normal del trabajo u otras actividades diarias
pueden dar lugar a trastornos de movimientos repetitivos tales como
bursitis (inflamación de una bursa, pequeña bolsa que facilita el
movimiento de los músculos y tendones sobre el hueso), tendinitis
(inflamación de los tendones) y sobre todo un hipertono, falta de
elasticidad y fluidez entre músculos y tendones. Los puntos posibles de
atrapamiento del nervio mediano, son:
- El retináculo flexor: un muñequera natural que recoge cúbito y radio en la diáfisis distal de los huesos, comprendiendo y limitando el espacio de todo el paquete blando (nervios, vasos, músculos, tendones...).
- El pronador redondo: músculo plano, oblicuo que parte de la epitroclea, cruza hacia la epifísis radial hacia el borde. Ayuda a la pronación y la flexión del brazo. El nervio Mediano circula pegado al hueso y pasa por debajo de la inserción musculotendinosa del pronador redondo.
- El coracobraquial, junto pectoral menor y el bíceps braquial porción corta, puede aprisonar el plexo braquial, y la salida del origen del nervio mediano (muy raro).
El calambre de escritor —una condición causada por una falta en la
coordinación motriz, dolor y presión en los dedos, la muñeca o el
antebrazo como consecuencia de una actividad repetitiva— no es un
síntoma del síndrome del túnel carpiano.
En
el año 2006 se aprobó el nuevo cuadro de enfermedades profesionales
para España, en él se recogía que la profesión de camarero se encuentran
entre las principales actividades capaces de producir esta dolencia.
También es conocida como una "enfermedad de guitarrista" ya que por
el constante moviemiento del brazo hasta la mano es muy posible que se
provoque esta enfermedad.
Exámenes diagnósticos
La semiología clínica
es el arma diagnóstica de primera línea tanto para el médico general
como para el Kinesiólogo. La clínica, así como la actividad laboral, son
fuertemente sugestivas de esta patología, pero existen algunos signos
clínicos y pruebas complementarias que confirman el diagnóstico. Entre
los datos que orientan hacia la existencia de un síndrome del túnel del
carpo se encuentran una serie de maniobras que deliberadamente
disminuyen o aumentan el espacio de tránsito por dicho túnel,
comprobando con ello si aumenta o disminuye la sintomatología:
- Signo de Phallen: Con la flexión palmar de la muñeca a 90 grados durante un minuto se reduce el espacio de tránsito, desencadenándose parestesias en la mano estudiada cuando existe compromiso o estrechez previos del mismo.
- Signo de Tinel:Se percute el ligamento anular de la muñeca con un martillo de reflejos. Si existe compromiso del canal se produce una sensación de calambre sobre los dedos segundo y tercero (inervados por el n. mediano).
- Signo del círculo: Cuando el paciente intenta oponer el primer dedo al segundo (ejecutando la figura de un círculo, o el signo internacional de OK) no es capaz de flexionar correctamente las falanges dibujando una "pinza" o "pico de pato", en lugar de un círculo.
- Signo de Durkan: El explorador presiona con el pulgar la cara palmar de la muñeca, en la zona situada entre las eminencias tenar e hipotenar (zona de mayor estrechamiento del canal), desencadenando los síntomas si existe estrechez del paso.
- Signo de Pyse-Phillips: Desaparición de las molestias con la elevación del miembro afectado.
Pero la prueba diagnóstica más sensible y específica y que confirma
definitivamente la existencia de compresión del nervio es la Electromiografía.
Con esta prueba se establece la velocidad de conducción nerviosa del
mediano, manifestándose como un retardo de la conducción nerviosa
sensitiva y motora a su paso por el carpo.
Los signos de Phalen y Tinel son supremamente orientativos. En caso de dudas, la electromiografía (EMG) es obligada. Casi siempre se da cuando las personas diabéticas tienen cáncer.
Tratamiento
Si
se trata de un túnel carpiano secundario a una causa conocida y
tratable (diabetes, obesidad, artritis reumatoide, infecciones,
hematomas,...) deberá abordarse primero el tratamiento de la causa
primaria.
En los casos en los que no existe una causa aparente o aquellos de
origen funcional el tratamiento se basa en diferentes medidas: por una
parte la prevención, adoptando, en la medida de lo posible, hábitos de
movimiento de la muñeca menos traumáticos o programando períodos
alternativos de actividad-descanso. Si esto no es suficiente se
inmoviliza la articulación de la muñeca con una férula de descarga y con
antiinflamatorios que disminuyan la presión ejercida sobre el nervio
mediano. Según las últimas revisiones de la Cochrane el uso de ortésis
nocturna es más efectivo que el no-tratamiento a corto plazo. Cuando es necesario se realiza incluso la infiltración local de
antiinflamatorios (habitualmente esteroideos) apuntándose a esta técnica
como una de las más eficaces en el tratamiento agudo del síndrome.
El tratamiento fisoterapéutico incluye el uso de CHC (compresas
húmedas calientes), parafina. El tratamiento con movilizaciones y
ejercicios no ha demostrado eficacia suficiente en comparación con otras
intervenciones no quirúrgicas. En electroterapia es recomendado el uso de US o LASER, aunque las
últimas revisiones científicas no han demostrado eficacia del
ultrasonido en el Síndrome del Túnel Carpiano
. En casos más avanzados o resistentes a tratamiento conservador se
propone tratamiento quirúrgico(cirujia), consistente en ampliar el
espacio de tránsito del nervio, siendo este el tratamiento más eficaz a
largo plazo.
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